Una de las primeras inquietudes que nos asaltan cuando nos desplazamos
con nuestras armas (ya sea para ir a entrenar o desplazarnos a un evento) es el
transporte de nuestras armas de entrenamiento. De forma popular se conoce la
prohibición de portar armas blancas, pero ¿cómo influye esto al desarrollo de
un arte marcial?
Para aquellos que no lo sepan, intervención de armas se encarga no solo
del registro, control y licencia de las armas de caza y de fuego en general,
sino también de almacenar aquellas otras armas (defensas, puños americanos,
tasers, armas blancas, etc.) que se requisan a los ciudadanos, aunque sea en un
principio la policía quienes las confisquen. Es por esto que hace algún tiempo,
cuando se quiso investigar de primera mano cómo solventar el problema del
transporte de armas, nos dirigimos directamente al departamento de intervención
de armas de la guardia civil de Málaga y se trató el tema con el máximo
responsable de dicho departamento.
A continuación se presenta un resumen de toda la información que facilitaron, a
fin de que sirva de ayuda a todos los que transportamos nuestras armas de
entrenamiento, ya que en ocasiones, ni siquiera los agentes de policía o de la
guardia civil están al corriente de esta reglamentación.
Comenzamos presentando un par de enlaces de la página de la guardia civil:
En el primer enlace nos hace una clasificación de las armas, indicando cuales
son las armas de tenencia y uso autorizado. La 5ª categoría es la referente a
armas blancas y en general, armas de hoja cortante o punzante. Aquí empezamos
destacando que la inmensa mayoría de las armas de entrenamiento tipo “arma
blanca” vienen desprovistas de filo y/o punta (algunos, para diferenciarlas,
las suelen denominar armas negras), pero aun así, iremos más allá. En esta
sección también se indica que estarán reglamentadas todas aquellas que no se
consideren prohibidas; lo que nos lleva al segundo enlace.
Es en el segundo link donde se nos enumeran todas aquellas armas
prohibidas, entre ellas diversos tipos de armas blancas, pero en ningún caso
son citadas las armas de asta o armas del estilo a espadas en general o a
ninguna de sus formas en particular: katanas, espadas de mano y media, de una
mano, mandobles, estoques, etc. Si se hace referencia a “bastón-estoque”,
siendo esto referencia a aquellas espadas ocultas en paraguas, bastones, o los
shinobi-zue de artes marciales orientales. También se considera prohibida la
tenencia de armas como “munchacos y xiriquetes” (malas transcripciones de
nunchako y shuriken o estrella ninja), aunque la tenencia de cualquiera de las
armas prohibidas si está permitida para ciertos organismos autorizados. De lo
que no se hace tampoco referencia como prohibidas es de otro gran bloque de
armas de uso común en artes marciales, los bastones de madera de cualquier
longitud.
Por lo tanto, salvo unas pocas excepciones, las armas de entrenamiento
comunes para artes marciales son armas de tenencia y uso legal y no pueden ser
confiscadas.
Dado que los agentes de policía que puedan querer requisarnos las armas lo
hacen por no tener mucha idea sobre estas leyes, os ofrecemos un consejo
proporcionado por el responsable de intervención de armas: cuando transportes
tus armas, lleva siempre una copia de estas leyes con ellas.
Otros comentarios realizados por este agente de la guardia civil y que no
aparecen reflejados en la ley son los siguientes:
- Para la tenencia y uso de las espadas no hace falta ningún tipo de
certificado, ni permiso, ni libro del coleccionista, ni similar.
- Ya que las armas “blancas” de entrenamiento son espadas romas, no pueden ser
tratadas como armas blancas.
- Incluso si por algún motivo nuestras armas de entrenamiento tuvieran filo
(por ser para entrenamiento y pruebas de corte), no es lo mismo portar que
transportar: el llevar la espada en la mano, en un asiento del coche, el
maletero o similar (suelta) son formas de portar el arma, ya que te permiten
blandirla rápidamente, y eso está prohibido. Siempre que la saquemos fuera de
casa o del lugar de entrenamiento, debe ser TRANSPORTADA dentro de una funda adecuada,
bien atada y a ser posible con un buen candado que impida empuñarla con
rapidez. Para transportar un par de espadas, hasta el tamaño de mano y media,
os recomendamos las bolsas de airsoft para armas largas, ya que tienen cierto
acolchado que con el aceite que usemos para el mantenimiento de nuestras armas
puede llegar a empapar levemente, ayudando así también a una mayor protección,
además de que pueden asegurarse las cremalleras a las hebillas laterales con
ayuda de un candado.
- Aunque llevemos las armas bien transportadas, no podemos hacerlo así por las
buenas. Tendremos que demostrar que nos movemos en dirección a un gimnasio o
evento (seminario artes marciales, evento de cultural o exhibición, taller para
reparación o mil cosas más similares) o de vuelta de estos, y hacer el camino
de la forma más directa posible, es decir sin pararnos en otros lados a hacer
recados o usar la excusas del tipo “me la llevo en el coche al trabajo porque
luego voy directamente a entrenar”. Además, siendo cierto que transportamos las
armas para la asistencia a un entrenamiento o evento, lo normal es que vayamos
acompañados de una mochila con la uniformidad de la sala, las protecciones,
etc., lo que ya pone de manifiesto esa veracidad.
- Aunque no es obligatorio, si es bastante conveniente que junto a nuestras
armas (quizás en el mismo bolsillo donde llevemos las copias de la web de la
guardia civil citadas anteriormente) llevemos algún tipo de documento que nos
acredite. Un carné federativo puede resultar bastante conveniente, pero mejor
incluso si va acompañado de la tarjeta de visita o carné de la sala de armas
donde se realice el entrenamiento. Si se trata de algún evento, la inscripción (o
contrato para el desarrollo de una actividad) puede ser más que suficiente
siempre que lleve puesta la dirección y fecha del evento. En ocasiones, la
inscripción o contrato para un evento se realiza sobre una asociación en la que
hay personas que transportan sus armas propias o incluso las de todos; en este
caso un documento sellado por la asociación indicando dónde y cuándo realizan
la actividad, una descripción de lo que se realiza en el evento y que
identifique a la persona que transporta las armas como socio de esta
organización será una gran ayuda a la hora de evitar problemas con los agentes
de la ley.
Como siempre, la última palabra la tienen los agentes de seguridad,
quienes dependiendo de la situación, podrán retirar cualquier objeto en pos de
la seguridad ciudadana, pero si es cierto que el cumplimiento de todos estos
consejos (o cuantos más, mejor) siempre será una ayuda a la hora de evitar
multas, retirada de armas y, sobre todo, malos tragos.
Una última recomendación fuera ya de lo aconsejado por la guardia civil es que
si, además de llevar todas las armas convenientemente transportadas y con todos
los papeles en regla, conocéis a algún agente de la autoridad al que podáis
llamar durante un mal encuentro con la policía para que dé la cara por
vosotros, mejor que mejor. Esperamos que lo aquí expuesto os sirva de ayuda y,
más aun, esperamos que nunca tengáis ningún problema.
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